Escuchar al autor.
¡Aquel día, aquel día!
¿Un día
llegaría
el día que anhelábamos,
tras incontables rondas de añoluces,
hasta nosotros?
Y, al fin,
al fin, aquí,
nuestro, recóndito,
su radiante cardumen,
tal como lo anhelábamos,
paladín,
¡por un día!